lunes

Liberté, égalité, publicité.

Sarkozy ya tiene el permiso de sus ministros para erradicar la publicidad de la televisión pública francesa. El 2011, coincidiendo con la desaparición de la televisión analógica, dejarán de emitirse spots en los canales públicos galos.

El motivo que dio Sarkozy en su momento fue desligar la programación de intereses comerciales. Viva la cultura, la historia y el conocimiento puro. Algo que suena, a mi modo de ver, un poco a la típica frase "yo siempre veo los documentales de la 2". Que si preguntas, los mira todo el mundo, pero si compruebas los datos de audiencias no los ve ni dios. Y eso es lo que creo que puede ocurrir con la televisión pública francesa, que no la verá nadie.

Permíteme que sea malpensado, pero la ausencia de publicidad hará que estos canales públicos dejen de ser competitivos y se favorecerá y mucho la preponderancia de los grupos privados de comunicación (en este caso TF1 y M6). Y curiosamente TF1 está dirigida por Martin Bouygues, un buen amigo de Sarkozy. Vaya, que la próxima vez que queden para cenar ya me imagino quién pagará la cuenta.

No sé cómo lo ves. ¿Soy demasiado desconfiado?

4 comentarios:

Mar-ia dijo...

¿Por qué la ausencia de publicidad hará que dejen de ser competitivos? ¿por qué tendrán menos dinero para hacer programas mejores?
La publicidad en la televisión es una forma de perder gente, vamos eso creo, porque en la pausa publicitaria se corre el riesgo de irse a otro canal. Una vez que estás en un canal y te gusta lo que estás viendo, ¿por qué ibas a cambiar?

En cuanto a la financiación hay mucha formas de tener publicidad encubierta, no sé, se me ocurre, por ejemplo las series españolas están llenas de publicidad dentro de la misma serie, pues nada que la cadena compre la serie negociando ya que hay publicidad dentro ...

jauhow dijo...

La publicidad representa un 80% (por decir algo) de los ingresos de un canal de televisión. Renunciar a esos ingresos supone renunciar a participar en negociaciones por cualquier evento que suponga un cierto share garantizado. Por ejemplo, sería impensable que la emisión de Roland Garros, uno de los eventos con más repercusión en Francia, se la llevase una cadena pública porque su facturación distaría mucho de la que pudiesen alcanzar las teles privadas. La publicidad molesta al telespectador, pero de momento, es la mejor manera de ofrecerle a la cadena los ingresos necesarios para acceder a la compra de derechos televisivos. Si la televisión pública francesa renuncia a la publicidad renuncia también a cualquier evento destacado que pueda interesar a una cadena privada y eso es jugar con mucha desventaja.
Es cierto lo que dices de la publicidad encubierta. Técnicamente se llama bartering. Pero los ingresos por este tipo de publicidad no son más que la calderilla de los ingresos publicitarios totales. Una calderilla a la que tampoco renunciarán los canales privados. Y una calderilla que, además, nadie querrá contratar en un canal público cuando vea que su audiencia es muy inferior a la de los canales privados.

Mar-ia dijo...

Entiendo lo que dices, pero me pregunto dos cuestiones:
1.- ¿Una empresa pública (como un canal televisivo) debe "venderse" (con todos mis respetos) a negociaciones publicitarias?

2.- ¿No es hora de inventar nuevas formas publicitarias que no interrumpan la programación televisiva? Hay mucha gente que aprovecha los anuncios para hacer zapping y vale que las cadenas son muy listas y los ponen todos a la misma hora ... pero siempre hay alguno que no y en ese te quedas ...

jauhow dijo...

No se negocia la publicidad, se negocia el precio de los derechos de retransmisión de un evento. La publicidad sólo es una fuente de ingresos (básica, eso sí) para las cadenas.
En cuanto a la publicidad intrusiva, sí se han hecho algunos progresos. Pero de momento tienen más éxito en medios no convencionales que en televisión. Supongo que todo se andará, pero estamos lejos del fin del spot.