Dos. Pintar con palabras: un fresco del antiguo Egipto.
Te digo "mírame a los ojos" y tú, sin embargo, te vas. Paloma, mar, barbilla y belleza se jeroglifan en vertical. A su lado, se maquillan de dioses los humanos pretensiosos, mostrando su perfil, altivos y faraónicos. Trabajan el campo con burras y cosechan. Lo que ellos recogen hace mucho ya que se pudrió. Todos se acuerdan de los muertos, menos yo. Busco tu mirada, pero te marchas. Tus pies siguen su propio camino. Hueles a perfume embriagador y envolvente. Te conservas, sin edad. Embalsamada. Esta noche pienso en los cocodrilos del Nilo, con la boca abierta. No recuerdo si me lo dijiste: ¿cuando fue tu cumpleaños?
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2 comentarios:
Siempre me imaginé las pinturas Egipcias animadas, con esto, han saltado a la tercera dimensión.
Los egipcios siempre tuvieron ese halo. Si hay alguien que pueda saltar a la tercera dimensión son ellos.
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