miércoles

Call to action.

Perdiste el autobús que te llevaba a la cita de tu vida. La culpa fue de ese botón de la camisa, que decidió caerse en el último momento. Del botón y de no haber aprendido a coser más rápido. Corriste hasta la parada, pero al doblar la esquina tu autobús se marchaba calle abajo. Bueno, al menos avisa que llegas tarde, pensaste. Pero tu móvil estaba sin batería. A tu lado había un muchacho joven, escuchando música con su iphone. Sólo tenías que pedirle que te dejara hacer una llamada. Te acercaste a él y le contaste que habías perdido el autobús, lo del botón, lo de tu lentitud cosiendo... Os caísteis bien enseguida. Te contó que tampoco sabía coser y algo de su novia. Llegó otro autobús y tu casi colega tuvo que subirse antes de que pudieras pedirle si podías hacer una llamada. Te habría dejado hacerla, seguro. Pero no se lo pediste.

Uno de los errores más graves de un anuncio es que no tenga call to action. Haz algo, compra, ve, entra en la web, infórmate... Por muy interesante que sea lo que estés contando, o invitas al target a actuar, o estás perdido.

Es más, mejor no dejarlo para el final, no sea que a nuestro público objetivo también le dé por subirse a un autobús antes de que puedas comunicarle el mensaje.

2 comentarios:

Pily dijo...

Ahí que funciona es el "pin-pan" de toda la vida.

jauhow dijo...

La tradición al poder. :)