jueves

Contrapublicidad. Ni a favor ni en contra (sino todo lo contrario).

Casi todas las cosas tienen su contrario: el bien y el mal, dios y el diablo, pin y pon (bueno, esto último no). El caso es que la publicidad también tiene su antagonismo: la contrapublicidad.

subvertise.org hizo famosa una definición de contrapublicidad: "La pintada en la pared, la pegatina en la farola, la frase modificada de una valla publicitaria, la camiseta- parodia... La clave está en la redefinición y reconquista de nuestro entorno arrancándolo de las manos de las grandes empresas".

Me planteo si esta definición es suficiente, teniendo en cuenta la gran importancia que está adquiriendo el marketing de guerrilla, el street marketing y todos sus parientes más o menos cercanos. La pintada en la pared o la pegatina en la farola no son más que medios alternativos en los que pueden actuar tanto la publicidad como la contrapublicidad. Por eso creo que sólo hay un punto que diferencia a ambos mundos: saber quién está detrás de la acción. Es decir, si paga una marca/empresa, será publicidad. Y si firma una persona (si es de izquierdas mejor) podrá considerarse un acto de contrapublicidad.

A menudo, la tendencia que tenemos de definir conceptos nos muestra nuestra incapacidad y limitaciones. Sin embargo, la necesidad de clasificación es tan antigua como Aristóteles y tiene más futuro (en mi humilde opinión) que un futbolista de 14 años con la técnica de Ronaldinho, la velocidad de Messi y la habilidad de Maradona y Pelé juntos.

Pero a pesar de que no sabemos muy bien donde están los límites de la contrapublicidad, podemos seguir disfrutando de verdaderas obras de arte.

Como muestra os dejo una muestra de Adbusting, que sería algo así como "una práctica consistente en modificar o parodiar los anuncios políticos o corporativos con la intención de lanzar un mensaje muchas veces opuesto al original". (Esta definición sí me parece realmente acertada).

Lo que me queda ahora es saber si estás a favor o en contra de la publicidad o de la contrapublicidad. O todo lo contrario.

4 comentarios:

Mar-ia dijo...

Contrapublicidad (siempre que esté de acuerdo claro ...). Me parece la creatividad en su estado más puro, sin presión, libre ...
Eso sí, no me gusta ver pintadas por la calle en las paredes, en la puertas ... en las que creo no debieran estar (porque para mi gusto son de mal gusto, porque hacen feo el lugar).
La contrapublicidad si nace desde que el quiere hacer pública una idea creo que es mucho más real y por ello la prefiero al producto publicitado por una agencia, que sólo está "vendiendo" el producto de otro.

Martín dijo...

Me alegro de que toques este tema, ya que yo soy uno de los miembros fundadores de la Cooperativa Antitaurina Contrapublicitaria Anarquista Obrera (CACAO).

La actividad publicitaria es una sangrante muestra de cómo intentan lavarnos el cerebro. Para que nuestro mensaje no caiga en saco roto, os informo de que vamos a intentar concienciaros con una campaña en varias líneas de autobús de Barcelona, Vallecas y Miravete de La Sierra, en cuanto nos dejen hueco los ateos y la Iglesia.

Si creéis en CACAO, podéis hacer un ingreso en nuestro número de cuenta 0990-2222-10-2357996758. Con el dinero obtenido intentaremos comprar el último de spot del 2009 y lanzar un anuncio positivo, original y antipublicitario.

Larga muerte al sistema publicitario.

jauhow dijo...

Veo que no me queréis demasiado... :( Ya me veo sin trabajo en nada. Snif, snif...

Martín dijo...

Hombre, yo quiero cepillarme a todos los buenos profesionales de la publicidad, como vos... para dar un golpe de estado y quedarme yo con toda la tarta.

Pero, no se lo digas a nadie, y después repartimos, jauhow. Tu vete metiendo pasta en mi cuenta.